A medida que el mundo se vuelve cada vez más digitalizado, es importante entender tanto los riesgos como los beneficios que conlleva de contar con una adecuada protección de datos.
La protección de datos es un derecho fundamental, pero: ¿qué sucede con toda la información que compartimos? A veces, sin ni siquiera darnos cuenta, estamos compartiendo información sensible, desde fotos y publicaciones en redes sociales hasta datos de ubicación o información financiera, dejando cada vez más rastros digitales.
En muchos países de Latinoamérica existen leyes y regulaciones para proteger nuestra privacidad y nuestros datos personales. Estas normativas brindan la ventaja de permitir a los usuarios ejercer sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición sobre sus datos.
Para las empresas, una política de protección de datos bien estructurada incluye beneficios significativos como:
- Mejor gestión de la información: Incluir procesos homogéneos de recopilación, almacenamiento, procesamiento y eliminación de datos, permite a las empresas optimizar sus operaciones
- Generación de confianza en los clientes y usuarios.
- Aumento de la competitividad: La conformidad con regulaciones específicas, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea, puede brindar oportunidades de negocio internacionales
Sin embargo, el derecho a la privacidad de los datos enfrenta diversos desafíos y riesgos, como la falta de legislación adecuada o de armonización legislativa, y el uso indebido de los datos por parte de actores públicos y privados.
En Latinoamérica, los distintos países están trabajando en la armonización de normas de protección de datos para mejorar la dispersión regulatoria existente y la adaptación al marco legal europeo.
Respecto al uso indebido de datos, las leyes reguladoras fomentan la transparencia y la responsabilidad de las empresas que recopilan y manejan datos, obligándolas a ser claras acerca de cómo utilizan y tratan la información de sus empleados y clientes. Las empresas se enfrentan así al reto de adecuar su política de protección de datos a la normativa correspondiente, ya que el incumplimiento puede acarrear diversas sanciones y consecuencias legales, que pueden consistir en:
- Multas económicas por parte de las autoridades de protección de datos.
- Medidas correctivas y obligaciones de cumplimiento por parte de las autoridades de protección de datos.
- Responsabilidad civil y demandas contra la empresa por parte de las personas afectadas.
- En casos graves, prohibición de tratamiento de datos: la empresa no podría utilizar ni acceder a los datos personales de los usuarios, lo que podría tener un impacto significativo en su actividad.
En resumen, la protección de datos conlleva ventajas significativas, pero también implica ciertos riesgos.
Si eres una empresa, ClarkeModet puede ser tu aliado perfecto en la protección de datos personales, adecuando tu política de protección de datos a la legislación vigente o preparándote para la nueva legislación que será aprobada en breve; de este modo, podrás evitar sanciones.
Nuestra amplia presencia en Latinoamérica dota a nuestros expertos de un profundo conocimiento en las normativas de protección de datos.
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