¿Las mujeres patentan? La historia nos ha dejado muchos ejemplos de inventoras brillantes en todos los campos científicos y tecnológicos: desde tecnologías que han servido de base para el desarrollo de la IA o el WIFI hasta el lavavajillas, los pañales desechables o la ropa ignífuga, detrás de todas estas invenciones, hay mujeres. Pero, como en muchos sectores, también aquí están infrarrepresentadas, sobre todo cuando hablamos de patentes; es decir, de una de las principales vías para garantizar que la innovación se pueda rentabilizar y monetizar para que las generadoras de conocimiento vean recompensado su esfuerzo.
Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, el número de patentes solicitadas por mujeres a nivel internacional crece año a año, pero todavía representa sólo un 17,7% (un avance si tenemos en cuenta que en 2009 la cifra era del 10,9%), y solo un 36,2% del total de estas solicitudes nombran al menos una mujer como inventora (mientras que el 95,5% incluye a al menos un hombre).
En España tenemos el orgullo de destacar como uno de los tres países con más proporción de mujeres inventoras, junto con China y Turquía, con una quinta parte de los inventores mujeres. Pero siguen siendo pocas, y menos aún en los sectores que deben ser motores de la economía, que generan empleos de calidad y que promueven el desarrollo de las sociedades, como la ingeniería, la mecánica o la electrónica. Sí destacan, aunque siempre sin superar a los hombres, en las patentes relacionadas con las ciencias de la vida, donde encontramos un 32,4% de inventoras en química de los alimentos y un 31% en biotecnología.
Como afirma nuestra CEO Global, María Garaña, “fomentar la participación de las mujeres en tecnología, telecomunicaciones e industrias científicas no es sólo una cuestión de igualdad y derechos sociales, sino un aspecto crítico para el crecimiento económico. Se traduce en más innovación, más competitividad, mejor aprovechamiento del talento y un desarrollo económico más sostenible”.
Así, aunque es cierto que se espera que el porcentaje de mujeres inventoras siga aumentando como lo ha hecho progresivamente desde 2009, si la curva ascendente sigue creciendo al ritmo actual, no se logrará la paridad hasta 2077. “Es fundamental que el peso de las mujeres en estos sectores siga creciendo, no solo en el campo de la innovación, que también, sino desde la base: la educación, las oportunidades profesionales y la retribución para ellas en estas áreas STEM”, concluye.
Y para avanzar en ese sentido, nada mejor que contar con referentes poderosos, mujeres precursoras de la innovación incluso en siglos pasados, cuando su desarrollo era aún más difícil, o en lugares donde, todavía hoy el acceso a la educación y a las materias de ciencias, tecnología y matemáticas sigue estándoles vedado.
10 mujeres que desarrollaron inventos patentados
Fermina Orduña. (S. XIX): fue la primera mujer que protegió una invención en España a través de una patente, conocidas entonces como “privilegios de invención”. Orduña inventó un sistema de transporte para el ganado lechero, con el que consiguió minimizar el tiempo transcurrido desde el momento del ordeñado hasta el consumo final. Logró así mejorar las condiciones higiénicas y la seguridad en el consumo de este alimento (teniendo en cuenta que, en aquel momento, la leche aún no se trataba de manera previa a su consumo).
Hedy Lamarr (1914-2000): quizá una de las figuras tecnológicas más representativas y definitivas para el mundo ultraconectado que hoy conocemos fue esta actriz de Hollywood y científica que desarrolló (y patentó junto con George Antheil), un sistema de comunicación por salto de frecuencia para proteger las transmisiones militares en la Segunda Guerra Mundial. La tecnología que desarrolló es la base del WiFi, Bluetooth y GPS que usamos hoy.
Ángela Ruiz Robles (1895- 1975): esta escritora, maestra e inventora española es la responsable del primer modelo de libro electrónico, con su desarrollo y patente de la llamada enciclopedia mecánica veinte años antes que el dispositivo creado por Michael Hart en 1971 y mucho tiempo antes de los ebooks que utilizamos hoy.
Nancy Johnson (1794-1890): en el siglo XIX, Johnson patentó el primer mecanismo de manivela para máquinas y cámara de enfriamiento para hacer helados sin electricidad que todavía hoy se utiliza en las heladeras modernas. Gracias a ella, se podían preparar helados en un tiempo mucho menor al que se dedicaba entonces incluso en la época en que no había frigoríficos domésticos.
Margarita Salas (1938-2019): española pionera en el estudio de las ciencias, multipremiada y reconocida internacionalmente, los logros de una de nuestras científicas más destacadas se centran en el estudio del ADN, y en concreto, en su patente de un método para amplificación de ADN, fundamental hoy en genética y pruebas forenses.
Alice Parker (1895-1920): diseñó y patentó un sistema de calefacción central a gas para calefacciones centrales de edificios enteros en un tiempo en que la climatización de los hogares era muy rudimentaria (casi siempre a base de leña o carbón y un horno). Su modelo es el precursor de los sistemas que usamos hoy.
Giuliana Tesoro (1921-2002): esta química orgánica italiana fue toda una inventora con más de 125 patentes en su haber, muchas de ellas relacionadas con la industria textil, como una de las más destacadas: las fibras sintéticas ignífugas, fundamentales en la ropa de seguridad.
Josephine Cochrane (1839-1913): patentó el primer lavavajillas mecánico y fundó la empresa Garis-Cochrane Manufacturing Company para fabricarlos, desde donde rápidamente se convirtieron en una herramienta esencial para hoteles y restaurantes (y hoy, para la mayoría de nosotros).
Letitia Geer (1852-1935): Esta enfermera patentó la primera jeringuilla que se podía usar con una sola mano, algo que hoy nos parece muy cotidiano, pero que entonces era un instrumento rudimentario para el que hacía falta usar las dos manos, dificultando la labor sanitaria.
Katharine Blodgett (1898-1979): Además de serla primera mujer en obtener un doctorado en física en la Universidad de Cambridge, fue una destacada inventora que cuenta en su haber con varias patentes, entre ellas la más conocida: el recubrimiento antirreflectante para cristales, utilizado en lentes de cámaras, telescopios y gafas.